El nuevo cliente post covid

MARKETING DESPUES DEL COVID-19 (1)

Las circunstancias de la pandemia y el posterior confinamiento han dado lugar a cambios más concretos que afectan directamente a nuestro sector, a todos los niveles. Desde el diseño de las estrategias a la ejecución de las acciones, llegando incluso a redefinir la propia función del marketing digital como uno de los grandes catalizadores de la evolución digital de los negocios.


EL NUEVO CLIENTE POST COVID-19

Si los compradores cambian, pues es a ellos a quienes nos dirigimos, deberemos cambiar con ellos, adaptarnos. Es el cliente, objeto de nuestras estrategias, las que dan sentido a nuestro trabajo, nuestra razón de ser. Por lo tanto, pretender mantener las mismas estrategias que nos funcionaban antes de la pandemia es la peor de las elecciones. Por ello hemos sintetizado un poco para abarcar todos estos cambios del consumidor de forma sencilla y clara:

  • Más digitalizado. 

  • Aquellos que no estaban familiarizados con los entornos digitales, se han visto obligados a aprender a utilizarlos durante la pandemia, y otros han aprovechado para incrementar o potenciar sus habilidades digitales. Además, muchos consumidores dicen que planean seguir comprando on-line incluso cuando las tiendas físicas vuelvan a abrir. El cambio ha llegado para quedarse.


  • Nuevas prioridades: más ahorrador y preocupado especialmente por la salud y la seguridad, según reflejan los estudios.


  • Cambio de hábitos: durante la pandemia se incrementó mucho el consumo de contenidos on-line o las compras por internet a supermercados, también creció la tendencia por la alimentación saludable o la práctica del deporte, incluso el interés por la sostenibilidad y las energías renovables. Muchos de estos nuevos hábitos se mantendrán en el tiempo, y probablemente irán a más.


  • Quiere acceder a más información: el nuevo consumidor quiere tener acceso digital a la información de los productos y servicios.


  • Aparecen nuevos perfiles digitales: las barreras generacionales se han roto, si bien, hay notables diferencias en el uso de la tecnología y del entorno on-line.


  • Cambio en el uso de dispositivos: el móvil, seguido por la Tablet (cada vez más presente) se convierte en la principal opción para compras y ocio, y el ordenador se utiliza para el trabajo. Así se consigue separar en cierta medida el espacio personal y profesional.


  • Menos fiel: antes de la pandemia las empresas ya se enfrentaban a un consumidor que tendía a ser cada vez menos fiel. Con la llegada de la COVID-19, se interrumpieron las cadenas de suministro de algunos productos y servicios. Y cuando los consumidores no pudieron encontrar su producto preferido, cambiaron su comportamiento de compra: probaron otras marcas. El cliente se desvincula así de sus marcas habituales.